Día 6 y regulín.
Tonterías:
Algunas bajas en nochevieja. Nosotros viajamos con antibiótico, colirio, ibuprofeno y salbutanol. Algunos con diarrea también. Vamos con todo.
Dormimos en un hotel en lugar de en casa. Cosas de la gripe A y los contagios. Un buen precio. Nos despertamos el 2 a las 9 de la mañana como si un señor taladrara en nuestro cabecero. Resulta que así era: un señor taladraba allí mismo. El buen precio era porque estaban en obras. Tenemos que huir.
Voy a la peluquería. No recuerdo la última vez que fui. “Por favor, sobre todo, que no me quede muy negro. Chocolate está bien. Me da igual que se vaya a rojo incluso, pero negro no”. Tres horas y media después: negro. Me fui sin peinar. El pelo empapado. No tenía tiempo para quedarme media hora más de secado y lo que fuera de peinado. "Tiene que venir más, señora". Hasta el año que viene, y con suerte. Salgo con el pelo negro, un corte a capas que no recuerdo haber pedido y espuma con los rizos encrespados. Me lavo el pelo al llegar. No baja nada el tono. Al contrario, lo noto aún más brillante.
Todos los regalos comprados con tiempo. Pidiendo cartas y haciendo listas desde noviembre. Se me olvida una persona. Follón. Contra todos mis propósitos de año nuevo y, siendo solo día 3, compro a última hora y no llega cuando tiene que llegar. Eso no es lo peor. Eso es una tontería. Lo malo es que ha llegado hoy día 6 a la hora de la comida. He pedido mil veces perdón al repartidor. Me he sentido una rata (de pelo muy negro) haciendo trabajar a ese señor un día de reyes a la hora de la comida. Mal, Amaya, mal. Lo he valorado con mil puntos en la encuesta y he dado las gracias a su empresa con intensidad. La intensidad parece no haberme abandonado un año más.
Cosas que no son tonterías:
La gripe se pone seria y me llaman de casa con un ingreso hospitalario la noche del 5. No dormimos casi. Los de urgencias a 400 kilómetros y yo, porque cuando vives lejos de tu familia, funciona así. No puedes ayudar pero puedes angustiarte muchísimo. Y ya.
La enfermedad de los que quieres en la distancia es estar pensando siempre que no haces lo correcto. Si vas, si esperas, si llegas pronto o tarde. Si decides alargar la estancia o irte. Siempre mal. Siempre con la duda. Ya he pasado por eso.
Al final parece que todo mejora por la tarde pero todavía no sabes cuándo es el momento de ir y cómo cuadrar tu vida.
Tengo la maleta hecha. Apuesto cualquier cosa a que es una maleta completamente absurda.
Cosas buenas:
M. hace un rato: "Estoy muy nerviosa". "¿Por qué?", Le pregunto mientras intentamos que se duerma. "Porqué mañana es como si fuera reyes otra vez y están todos los regalos ahí abajo y es solo como si se les hubiera olvidado envolverlos".
Venga, a por 2024.
Que carta Amaya!!!. Me identifico 100%. Sobre todo en lo de “La enfermedad de los que quieres en la distancia es estar pensando siempre que no haces lo correcto. Si vas, si esperas, si llegas pronto o tarde. Si decides alargar la estancia o irte. Siempre mal. Siempre con la duda. Ya he pasado por eso.” Pero... a por el 2024! Gracias 🤩
Hola desde Johannesburgo! Ya te puedes imaginar cuando vives un poco más lejos lo de "nunca es lo correcto". Todo el mundo enfadado... pero vaya. Tema pelus, tengo la solución. Déjame unos días para hacer unas gestiones y te paso los contactos. Todo sea para levantar los ánimos de este 2024. Yeah! Beso