Dije que no iba a mandar nada exclusivo a los suscriptores de pago, pero he cambiado de idea. Esto es una cosa magnífica, cambiar de idea. Antes me costaba muchísimo. Soy vehemente en mis opiniones. Imagino que es parte de una actitud en la que, si me permito el cuestionarme una parte, tengo que preguntarme muchas otras cosas. Pero cada vez se me da mejor cambiar de idea. Y también se me da mejor no opinar rápido. Antes siempre tenía una opinión siempre dispuesta. Pero hace tiempo que me he dado cuenta de que no hace falta. Nadie necesita mi opinión, y yo necesito mi tiempo para llegar a algunas conclusiones.
Esta carta es una manera de darte las gracias por aportar valor a este trabajo.
Gracias a vuestra suscripción este verano he alquilado un balcón con vistas al mar. Tres semanas en las que he desayunado viendo las olas. A ver, eran vistas laterales porque está la costa muy cara. Pero el mar se oía todo el rato y no me ha pasado como a Chavela Vargas, que dicen que con el primer din…