Leo el prospecto del ibuprofeno y la receta de la tarta de queso. Una carta de amor y un email de trabajo. La declaración de Hacienda y el parte meteorológico. Un ensayo sobre el ser y la lista de la compra. Faltan huevos. Las ofertas inmobiliarias y las instrucciones de la olla exprés. Jodida olla, qué miedo me da. Una novela que se me queda pegada y otra de la que solo recuerdo la cita en la faja. Leo tuits, posts, stories, tiks toks, pins… Artículos, medios artículos, artículos larguísimos, siempre leo el horóscopo. Todo bajo control, amiga piscis. Leo diccionarios, botes de champú. Poesía, poca. Leo mi diario de niñez y de juventud. Y textos sueltos. Cómo puedo seguir siendo la misma imbécil. Leo whatsapps, powerpoints, excels, la cotización del bitcoin. ¿Por qué no compré? Leo los ingredientes de un perfume y una nota prensa. La letra de una canción que he puesto mil veces. Leo una novela que me da ganas de vomitar. Ficción, no ficción, biografías. Leo mucho dramón y mucho menos comedia de lo que me gustaría. Leo sin complejos y sin buscar nada. Y me encuentro de todo.
También escribo. Pero poco.
¿Cuáles van a ser las condiciones? Todo va a seguir igual. Voy a seguir escribiendo dos cartas al mes. Llevo mucho tiempo pensado en escribir dos más y cobrar por ese extra. En hacer un club de lectura online. Zooms personales. El pino mientras leo en voz alta. Pero la realidad es que no tengo tiempo. Bueno, sí lo tengo, pero quiero vivir. Tengo que elegir entre ir a pilates y poder irme al parque con mi hija los fines de semana y hacer más cosas en mi tiempo de ocio. Así que he decido crear un sistema de suscripción voluntaria.
¿En qué consiste? Hay una suscripción mensual, otra anual y miembro fundador. Y todas dan acceso a dos cartas al mes. Las dos primeras van con descuento respecto al precio mínimo que obliga la plataforma de envío y pienso mantenerlo también.
¿Qué significa?
Puedes pagar:
3.50 € euros al mes por leerme si te suscribes mensual.
32.90 € euros al año.
Hacerte socio fundador por 75 € (que debe ser que te flipa mucho está newsletter).
O nada.
En las cuatro opciones recibirás todos los meses dos cartas. Las mismas.
Soy muy consciente que para algunas personas pagar esas cifras es algo inabarcable. Y para otras no significa más que una forma de apoyo a quien leen y siguen, un precio que pagarían por un libro o por unas cañas. Veamos.
¿Por qué? Para dar valor a este trabajo. Me gusta escribir. Me gusta aún más conectar con otra gente que esté al otro lado pensando algo parecido. Me encanta que me digan que han vuelto a leer gracias a mis recomendaciones. Pero esta carta ha necesitado dos sábados de mi tiempo libre para escribirse.
Substack dice que eligiendo esta opción se gana cinco veces menos que cobrando por todo el contenido. Pero no va a de eso. Yo siempre he sabido que no me voy a hacer rica escribiendo. De cada libro, los escritores se llevan poco más de 1 o 2 euros. El resto es para los intermediarios. En este sistema ellos se llevan alrededor de un 13% (entre la plataforma de pago y Substack). Justo al contrario que con los libros.
De todos modos, gracias por leer ahí.
Mi padre utiliza la frase “ sacarse la foto “ en ese instante te haces vulnerable. Te muestras ........ buena reflexión
Qué alegría leerte, Amaya. Te prometo que esta semana mientras disfrazaba a mis niños para el carnaval del cole todavía me daba la risa recordando tu disfraz de la infancia de vieja chocha. No recuerdo haberme reído más con un texto en la vida. Visionaria o no, leerte de la manera que sea es un placer. ¡Gracias!