"Las tres adicciones más perjudiciales son la heroína, los carbohidratos y un sueldo mensual".
La frase es de Nassim Nicholas Taleb y su libro de aforismos. Es un tipo algo turbio y arrogante. No sé cómo llegué (ejem, TikTok) a algunas de sus citas célebres pero pasé un buen rato: “La persona a la que más temes contradecir es a ti mismo”. "Dios creó Montecarlo y lugares similares para que los extremadamente ricos pudieran ir a experimentar una envidia extrema”. “A quienes les gustan las reuniones de trabajo se les debería prohibir asistir a ellas".
Es un ensayista que se hizo famoso por un libro en el que anticipaba la crisis del 2008 (El cisne negro). He leído aquí y allá algunas de frases y a ratos me preocupa tener tanto en común: “La paranoia es la mejor estrategia para sobrevivir”, le dice él a alguien con una mochila del fin del mundo bajo la cama. (Aquí una entrevista)
Todo es sabiduría de tuit, un poco el estilo de los tiempos. Tengo una carpeta en redes donde guardo frases así. Las mías son más desmotivacionales que motivacionales, que también es un poco mi estilo. Estoy lejos del “come, reza, ama” y más cerca del “obseiónate, preocúpate, y dale vueltas”.
El otro día, en una cena, una persona contó que iban a sedarla para una intervención y que se agobió al sentir cómo el medicamento se deslizaba por sus venas. Creyó que se iba a morir y que su último pensamiento iba a ser ese, uno de agobio. El anestesista le dijo que pensara entonces en algo bonito. Y eso le agobió más aún porque ya solo se le ocurrían cosas terribles, feas, aburridas. Muy lejos de un feliz último pensamiento antes de morir. Cuando mi padre estaba muy enfermo me pasé días haciendo pis a toda velocidad porque no quería que mi padre muriera y yo estuviera meando.
He leído un libro de duelo (¡oh sorpresa!) que se llama Una estela salvaje, de Kathryn Shculz, sobre la pérdida de su padre.
Bueno, es un libro de duelo y de amor, pero tengo que confesar que la parte del amor me ha aburrido bastante. Probablemente sea culpa mía.
Sin embargo, la parte del duelo y la pérdida me ha gustado (más sorpresas). Me cuesta elegir entre todas las partes que he subrayado:
“Todo esto hace que morir suene como algo lleno de sentido de dulzura, y es cierto que, si tienes suerte, hay un filón de dulzura y de sentido en ese proceso, una veta de plata en una oscura cueva a miles de metros bajo tierra. Aún así, una cueva es una cueva”.
Conozco la cueva y también esta sensación:
“No era, como se suele decir, una tristeza insoportable; al contrario, era una tristeza soportable, un tipo de tristeza tranquila, contemplativa, envolvente. Pensé - luego vi que me equivocaba- que esos días estaba haciendo las paces con su muerte. Pero ahora sé que incluso un padre en coma y moribundo sigue vivo, y de una manera muy notoria”.
Venga, va, la parte del amor también tiene buenas citas.
Cuenta cómo se enamoró de su actual pareja, cómo la encontró, después de haber perdido a su padre. (El libro en inglés se titula Lost and found).
“Había dos emociones casi contradictorias: que nada en el mundo podía ser más natural; que nada en el mundo podía ser más asombroso. Olvidaos de los candidatos obvios, como la pasión y la admiración y la ansiedad y el arrebato; la esencia del enamoramiento es el asombro”.
Habla de perder cosas y encontrarlas en todos los sentidos: físico y emocional. Una compañera comentó esta semana que en toda su vida nunca había perdido nada. Solo unas gafas que se le cayeron de un taxi. Yo, en cambio, le tengo atado a San Cucufato casi siempre. Hay una idea en el libro sobre cómo hacer feliz a una persona: “Primero le quitas el burro, y luego se lo devuelves”. La de alegrías que me llevo cuando encuentro las cosas que he perdido.
"Mi única medida del éxito es cuánto tiempo te puedes permitir perder”. Taleb.
Al final, me compro su libro.
Amaya Ascunce
Amaya, gracias por la carta, as ussual.
Cositas varias: después de 7 mudanzas en 3 años si tuviera un Dan Cucufato vendría Amnistía Internacional a denunciarme por explotación. Resignación y, como tú dices, alegría inesperada si hay algún reencuentro.
La que más me ha llegado de las frases del libro de hoy: el amor y el asombro. Asombro por sentir familiaridad con alguien desconocido, por la intimidad que surge casi de repente, por saltarte tus propias barreras (y con disfrute, además,) por el milagro de querer y que te quieran. Cuando lo he vivido me he pasado los dias de asombro en asombro. Y ha sido precioso.
Libros de duelo el mío es- una pena en observación . De CS Lewis. De cuando perdió a su mujer al cáncer. Se lo recomiendo a algunos maridos de algunas de mis pacientes que, a pesar de la lucha, pierden la guerra.