Hace días que le vengo dando vueltas a la última newsletter. Ver qué tanta gente te había contestado no ha hecho más que confirmarlo, has dado en el clavo retratando el mal de nuestra era: la imposible, anhelada, ¿utópica? conciliación.
No, no es ni medio normal que nos hayamos construido un mundo en el que uno tengo más sensación de sobrevivir que de vivir la mayoría de los días. Que con ese dinero, al que dedicamos tantas horas para ganar, no podamos hacer lo que nos plazca por falta de tiempo. Que en su gran grueso el sueldo vaya a pagar una hipoteca que nos ahorca de por vida o un alquiler constantemente amenazante porque hemos dejado que un derecho constitucional se haya convertido en un producto de lujo. Comida y facturas varias como la luz o el gas que también están entrando de lleno en el mercado del lujo.
Vamos corriendo para cubrir los básicos y algún extra más. Para chocarnos con la pared del ¿pero vamos a ver, trabajo para vivir o vivo para trabajar?
Añádele, si eres afortunado y te queda algo, la factura del terapeuta que ayude a digerir todo lo que surge, propio e interno y lo que se te viene encima, lo externo.
Soy maestra en Barcelona y si el mundo de los adultos a menudo es asfixiante pongamos la mirada en el de los niños, lo que a todos nos importa tanto y que, de mirarnos tan de cerca, quizás hemos distorsionado.
Tengo alumnos que llegan al centro a las 7:45 y salen a la 17:30. Ya casi no existe el niño sin extra escolar. Pero hasta el año pasado no me había pasado tener algún alumno que empalmara, al salir de su jornada escolar, dos extra escolares, rítmica y después piscina. Pequeños adultos estamos criando. Sobre estimulados. Niños poco presentes, incapaces de mantener la atención un mínimo tiempo prolongado. Gira el mundo tan alrededor de ellos que les cuesta horrores ver más allá de lo que “yo quiero, yo necesito, yo deseo” Yo. Con serias dificultades para gestionar la emoción, para regular la frustración. Entender la palabra no.
El número de niños que entran en p3 con pañal va en aumento. La cantidad de niños derivados a terapia también.
Pero que hagan algo de deporte que es bueno, algo artístico, ajedrez o robótica y por supuesto inglés, antes incluso que sepan hablar su propio idioma, como si en el futuro más cercano no fueran a existir gafas que hagan la traducción simultánea (¿ya en el mobile?) Gran negocio este de la extra escolar.
Pero es que no llegamos.
Y vuelta a correr.
Esa perenne sensación de la que no se puede escapar. Todos estamos igual.
Nos quejamos. Pataleta, derecho inalienable ( no lo dejemos escapar). ¿Pero qué hacemos?, ¿a quién reclamamos?, ¿nos manifestamos?, ¿a quién votamos?
Sí se puede otro horario laboral, ¿no somos europeos?, ¿por qué aquí no se pueden cerrar las oficinas a mediodía y empezar con la primera luz del día? En Francia multan a las empresas que envían un email fuera del horario laboral.
Y no hay que irse tan lejos, ¿por qué en Murcia, Andalucía, por nombrar algunas, hay más, el horario escolar es hasta el mediodía?, ¿entonces, sí se puede?
Que la extra escolar sea un deseo real del niño, nunca una guardería porque no se llega o una respuesta a frustraciones paternas.
Pero como sociedad, creo, también nos hemos/han infantilizado. Estamos en el estadio de la rabieta pero no crecemos, no nos responsabilizados. Tenemos a los “yayo flautas” que salen todavía para defender el derecho a una pensión digna (otro que no se nos puede escapar) y nosotros, que hemos nacido con plenos derechos pero que vivimos una vida prácticamente secuestrada. Sólo vamos corriendo, de un lado a otro porque no llego. Y cuando tengo algo de tiempo estamos tan exhaustos que solo queremos distraernos, ¡hola plataforma/red social! y descansar.
¿Nos hemos convertido en el Correcaminos corriendo/ viviendo en la autopista del capital por encima de la humanidad?
Te contesto con muchas preguntas, debe ser deformación profesional.
Pero creo que en las preguntas está la semilla del cambio. ¿Quizás toca ya hacerlas brotar?
Siempre voy así y no tengo hijos!!! Encima tengo la sensación constante de que soy yo la culpable de esta situación. Pero no, sí yo pudiera organizar mi vida y horarios laborales como yo quisiera sería más feliz.
Es la rueda del hámster!!! Y ahí estamos metidas. ¿Cómo salir? La pregunta del millón. La reducción de jornada es una opción para una inmensa minoría, seamos realistas. Quizás me columpie pero creo que las personas que están comentando aquí son profesionales con cierta estabilidad laboral. Pero, las empleadas de hogar/hoteles/supermercados/fábricas, ¿qué opciones reales tienen para salir de esa rueda todavía más agónica por la inestabilidad y bajas retribuciones? La respuesta, la sabemos. Decía algún comentario anterior ¿la vida es así? Pues afortunadamente para algunas es así. Yo sólo me aplico el lema: rebajar expectativas. Y disfruto del viaje, el madrugar, el no parar, el verlas crecer felices... Y mal de muchos consuelo de tontos. Pues me aplico el cuento
Que vida más loca que invertimos más tiempo fuera que dentro. Y es que aunque tengas más tiempo para ti, como en mi caso ahora mismo, igualmente me pongo y pongo cosas para seguir mejorando, creciendo, aprendiendo. Y claro está bien, pero sigue siendo estresante, a veces. Tengo un peque de divíselos meses y hago malabares para todo casi sin dormir.
Yo soy del equipo del tic en el ojo, la culpa, y la prisa.
Pero si puedo decirte algo : no intentes hacer lo que te gusta, intenta que te guste lo que haces.
Yo lo que intento, en lugar de pensar en todo lo que no puedo hacer (spoiler: no tengo vida social/ocio/tiempo para mí) es intentar disfrutar de lo que hago.
Cuando trabajo, concentrarme solo en mi trabajo (tengo la enorme ventaja de que me guste mi trabajo). Cuando salgo y voy corriendo a buscar a mis hijos, disfrutar todo lo posible de estar con ellos. Y ya está. Cuando puedo voy limpiando las pelusas que me saludan en casa, cojo el coche 7 horas para que mis padres puedan ver alguna vez a mis hijos, voy por fin al dentista a que me haga un empaste, o hago un puré para quitarme el cargo de conciencia de no darles de comer "como Dios manda".
Siempre he sido bastante resignada (demasiado) pero ahora mismo es lo que me ayuda a seguir adelante. Solo un pasito cada vez. Solo lo que esté haciendo en este momento.
Ya tendremos tiempo para leer. Para hacer deporte. Para estar con los amigos.
O no.
Pero me niego a vivir pensando en todo lo que no puedo hacer. Porque me moriría.
Recuerdo a mi abuelo (que tendría ahora más de 100 años) decir : "La vida es eso, levantarse, trabajar, volver a casa, dormir, y al día siguiente otra vez". Y a pesar de eso, estoy segura de que diría que disfrutó del camino.
En mi opinión, sin duda, son demasiadas horas y demasiadas cosas. Solo trabajo una tarde a la semana en la que vuelvo a las 19.30. No podría (ya no querría) hacerlo más de 1 día. Me parece imposible tener hijos y salir tan tarde sin perder la salud.
Creo que la solución pasa por tener horarios laborales más reducidos, o más flexibles. Aún así, cuando se pretende que trabajamos como si no tuviéramos familia, y crienos a los niños como si no trabajásemos, tenemos un problema como sociedad. Esto está muy mal montado.Tu carrera profesional te la juegas en el mismo momento que decides tener hijos/criarlos.. y claro…no te da la vida… y sin embargo, cuando tus hijos ya no te necesitan tanto, las empresas tampoco… porque ya eres un vejestorio. ¿Mientras? Cada uno hace lo que puede. La única opción no es trabajar menos, sino trabajar de otra forma. Siempre hay otra forma. Hay gente que demora las respuestas, y no aspira a la perfección profesional o simplemente es más lista, y juega mejor sus cartas…. Y normalmente los hombres, lo hacen. Van directos a su objetivo y no se plantean tantas cosas.
Mucho ánimo, que todo pasa… aunque cada uno tiene que decidir donde pone sus límites.
Hola! Acabas de contarme mi vida pero nunca pensé que fuese yo muy original. De quién es la obra de las hueveras y las piedras? Me pareció una maravilla
No se me ocurriría enseñar a nadie cada uno tenemos nuestros tiempos horarios familias pero no me da la vida ! Odio esa frase. Una vez oí otra frase que aplico : gestionar mis prioridades y no me da la vida muchas veces es “ no me apetece “ Así q ojalá las gestiónenos de una forma en el que seamos prioridad ! Nos sentiremos mejor , siempre veré mejor cambiar la cita del dentista 4 veces pero ir a mi clase de ballet. Un abrazo , ( y decir NO tb ayuda )
Pues va ser una constante universal. Trabajo cerca de París, y vivo a 6km del curro, osea que en 15 -20 min estoy allí. Llego a las 8h45 y me voy a eso de las 18h, cuando me voy pronto...pero en realidad es raro que me vaya antes de las 18h30. Hace 8 años fui madre y desde entonces mi madre no para con el "tendríais que mudaros a una casita, más grande que vuestro minipiso" (70m2) pero claro, para mudarme a una casa de por lo menos 90m2 y no tener que vender un riñón, tengo que irme a unos 30km del curro, que eso se comvierte en 1h20 de trayecto, ....cuando todo va bien. Osea 2h40, pero claro saliendo de casa a la misma hora pq al peque hay q llevarlo a la misma hora al cole, osea que ya me veo saliendo del curro a las 20h o currando en casa al llegar... ni loca!!! Mis días son largos, pero por lo menos, saco tiempo los miércoles para ir a Yoga a las 19h45, y los jueves zumba a las 18h45. Esos dos días llego a casa a las 21h30 y 20h30 respectivamente, pero por lo menos me he dedicado tiempo para.mi. no estoy dispuesta a quitarme ese tiempo, para tener un par de dormitorios más en mi casa, no merece la pena!!!
Querida Amaya, has dado en el clavo. Pero qué alivio sentir que no estamos solas. Algo hemos hecho mal.... estudié Publicidad y Relaciones Públicas, por cierto, somos compañeras de Promoción, todo un lujo haber podido estudiar en Pamplona. Después de unos años en Londres, toda la vida dedicada al marketing y a las multinacionales...fui madre muy tarde, casi con 40, y ahora me encuentro haciendo malabares para conciliar mi vida personal y profesional. Esta semana he rechazado una oferta de trabajo con un sueldo buenísimo donde tenía que dedicar dos horas al traslado (actualmente le dedico 20 minutos máximo). Pero de dónde iba a sacar dos horas diarias??? Después de una semana intensa, reflexionando pros y cons, decidí rechazar el trabajo. No pienso dedicar 2 horas al día a estar en un coche con ataque de ansiedad porque no llego a tiempo para estar aquí o allá. No fueron únicamente las dos horas, en el fondo no encajaba en ese proyecto porque mi único problema era tener un hijo, así lo manifestó la persona que me contrataba a una tercera persona. No es para mí, me dije. Y me sentí aliviada. Tenemos que saber decir no y priorizar en esta vida. Lo tengo clarísimo. Es cuestión de elegir y suerte que tenemos algunas personas de poder hacerlo. Un beso enorme.
Amaya hay que priorizar. El trabajo es importante pero la vida lo es más y cuando te quieres dar cuenta se te ha ido y te preguntas : como puede ser?
Guarda el tiempo para tus cosas sobre todo para tu familia ese tiempo es tuyo y nada ni nadie puede quitártelo, PRIORIZA
Se puede conseguir
Me quede viuda con 24 años, sola y un bebé de 18 meses. Me perdí muchas cosas de mi hijo por el trabajo y no tuve tiempo para mi. No me puedo quejar económicamente de cómo resolví mi situación pero si me doy cuenta que me perdí cosas muy importantes que ya no puedo arreglar que no las viviré.
Al final priorizas en mi caso un poco tarde pero ahora doy prioridad a mi hijo, mis hermanos, a mi
Amaya, este texto me representa, y no me siento nada orgullosa. Mi horario es de 8 a 5 con una hora de ida y otra de vuelta para llegar al trabajo… y a pesar de sacar 4/5 horas semanales para ir a correr o hacer crossfit lo practico a partir de las 20 hrs, cuando la peque duerme y su padre esta en casa.. cuándo el padre no está pues salgo a correr mientras ella está en alguna extraescolar y aprovecho los findes.
El horario es una mierd* , pero es un tema de salud mental, y aún y así estoy de baja por ansiedad a causa de maltrato laboral…
Tienes que intentar sacar 2 horas a la semana, por tu salud física y mental.
Este ritmo de vida que llevamos es un asco, y solo podemos reconducirlo nosotros.
Hace días que le vengo dando vueltas a la última newsletter. Ver qué tanta gente te había contestado no ha hecho más que confirmarlo, has dado en el clavo retratando el mal de nuestra era: la imposible, anhelada, ¿utópica? conciliación.
No, no es ni medio normal que nos hayamos construido un mundo en el que uno tengo más sensación de sobrevivir que de vivir la mayoría de los días. Que con ese dinero, al que dedicamos tantas horas para ganar, no podamos hacer lo que nos plazca por falta de tiempo. Que en su gran grueso el sueldo vaya a pagar una hipoteca que nos ahorca de por vida o un alquiler constantemente amenazante porque hemos dejado que un derecho constitucional se haya convertido en un producto de lujo. Comida y facturas varias como la luz o el gas que también están entrando de lleno en el mercado del lujo.
Vamos corriendo para cubrir los básicos y algún extra más. Para chocarnos con la pared del ¿pero vamos a ver, trabajo para vivir o vivo para trabajar?
Añádele, si eres afortunado y te queda algo, la factura del terapeuta que ayude a digerir todo lo que surge, propio e interno y lo que se te viene encima, lo externo.
Soy maestra en Barcelona y si el mundo de los adultos a menudo es asfixiante pongamos la mirada en el de los niños, lo que a todos nos importa tanto y que, de mirarnos tan de cerca, quizás hemos distorsionado.
Tengo alumnos que llegan al centro a las 7:45 y salen a la 17:30. Ya casi no existe el niño sin extra escolar. Pero hasta el año pasado no me había pasado tener algún alumno que empalmara, al salir de su jornada escolar, dos extra escolares, rítmica y después piscina. Pequeños adultos estamos criando. Sobre estimulados. Niños poco presentes, incapaces de mantener la atención un mínimo tiempo prolongado. Gira el mundo tan alrededor de ellos que les cuesta horrores ver más allá de lo que “yo quiero, yo necesito, yo deseo” Yo. Con serias dificultades para gestionar la emoción, para regular la frustración. Entender la palabra no.
El número de niños que entran en p3 con pañal va en aumento. La cantidad de niños derivados a terapia también.
Pero que hagan algo de deporte que es bueno, algo artístico, ajedrez o robótica y por supuesto inglés, antes incluso que sepan hablar su propio idioma, como si en el futuro más cercano no fueran a existir gafas que hagan la traducción simultánea (¿ya en el mobile?) Gran negocio este de la extra escolar.
Pero es que no llegamos.
Y vuelta a correr.
Esa perenne sensación de la que no se puede escapar. Todos estamos igual.
Nos quejamos. Pataleta, derecho inalienable ( no lo dejemos escapar). ¿Pero qué hacemos?, ¿a quién reclamamos?, ¿nos manifestamos?, ¿a quién votamos?
Sí se puede otro horario laboral, ¿no somos europeos?, ¿por qué aquí no se pueden cerrar las oficinas a mediodía y empezar con la primera luz del día? En Francia multan a las empresas que envían un email fuera del horario laboral.
Y no hay que irse tan lejos, ¿por qué en Murcia, Andalucía, por nombrar algunas, hay más, el horario escolar es hasta el mediodía?, ¿entonces, sí se puede?
Que la extra escolar sea un deseo real del niño, nunca una guardería porque no se llega o una respuesta a frustraciones paternas.
Pero como sociedad, creo, también nos hemos/han infantilizado. Estamos en el estadio de la rabieta pero no crecemos, no nos responsabilizados. Tenemos a los “yayo flautas” que salen todavía para defender el derecho a una pensión digna (otro que no se nos puede escapar) y nosotros, que hemos nacido con plenos derechos pero que vivimos una vida prácticamente secuestrada. Sólo vamos corriendo, de un lado a otro porque no llego. Y cuando tengo algo de tiempo estamos tan exhaustos que solo queremos distraernos, ¡hola plataforma/red social! y descansar.
¿Nos hemos convertido en el Correcaminos corriendo/ viviendo en la autopista del capital por encima de la humanidad?
Te contesto con muchas preguntas, debe ser deformación profesional.
Pero creo que en las preguntas está la semilla del cambio. ¿Quizás toca ya hacerlas brotar?
Gracias por hacernos reflexionar.
Gracias Amaya.
Lo verdaderamente real de esto es lo solas q nos sentimos y lo culpables.
Ahora mismo tengo 3 hijos adolescentes y recuerdo su crianza e infancia con niebla.
Sin ser yo. Borrada.
Recomendé el otro día la película "Tully".
Porque además refleja la incomodidad de pedir ayuda y reconocer q no podemos con todo.
Ojalá poder volver atrás. A mis 47 años pediria ayuda a todo el mundo.
Gracias ❤️
Siempre voy así y no tengo hijos!!! Encima tengo la sensación constante de que soy yo la culpable de esta situación. Pero no, sí yo pudiera organizar mi vida y horarios laborales como yo quisiera sería más feliz.
Es la rueda del hámster!!! Y ahí estamos metidas. ¿Cómo salir? La pregunta del millón. La reducción de jornada es una opción para una inmensa minoría, seamos realistas. Quizás me columpie pero creo que las personas que están comentando aquí son profesionales con cierta estabilidad laboral. Pero, las empleadas de hogar/hoteles/supermercados/fábricas, ¿qué opciones reales tienen para salir de esa rueda todavía más agónica por la inestabilidad y bajas retribuciones? La respuesta, la sabemos. Decía algún comentario anterior ¿la vida es así? Pues afortunadamente para algunas es así. Yo sólo me aplico el lema: rebajar expectativas. Y disfruto del viaje, el madrugar, el no parar, el verlas crecer felices... Y mal de muchos consuelo de tontos. Pues me aplico el cuento
Que vida más loca que invertimos más tiempo fuera que dentro. Y es que aunque tengas más tiempo para ti, como en mi caso ahora mismo, igualmente me pongo y pongo cosas para seguir mejorando, creciendo, aprendiendo. Y claro está bien, pero sigue siendo estresante, a veces. Tengo un peque de divíselos meses y hago malabares para todo casi sin dormir.
Siempre dando en el clavo...
Mi "truco" es ser autónomo y vivir en una ciudad pequeña. Y no se me ocurre otro.
Ay Amaya...
Yo soy del equipo del tic en el ojo, la culpa, y la prisa.
Pero si puedo decirte algo : no intentes hacer lo que te gusta, intenta que te guste lo que haces.
Yo lo que intento, en lugar de pensar en todo lo que no puedo hacer (spoiler: no tengo vida social/ocio/tiempo para mí) es intentar disfrutar de lo que hago.
Cuando trabajo, concentrarme solo en mi trabajo (tengo la enorme ventaja de que me guste mi trabajo). Cuando salgo y voy corriendo a buscar a mis hijos, disfrutar todo lo posible de estar con ellos. Y ya está. Cuando puedo voy limpiando las pelusas que me saludan en casa, cojo el coche 7 horas para que mis padres puedan ver alguna vez a mis hijos, voy por fin al dentista a que me haga un empaste, o hago un puré para quitarme el cargo de conciencia de no darles de comer "como Dios manda".
Siempre he sido bastante resignada (demasiado) pero ahora mismo es lo que me ayuda a seguir adelante. Solo un pasito cada vez. Solo lo que esté haciendo en este momento.
Ya tendremos tiempo para leer. Para hacer deporte. Para estar con los amigos.
O no.
Pero me niego a vivir pensando en todo lo que no puedo hacer. Porque me moriría.
Recuerdo a mi abuelo (que tendría ahora más de 100 años) decir : "La vida es eso, levantarse, trabajar, volver a casa, dormir, y al día siguiente otra vez". Y a pesar de eso, estoy segura de que diría que disfrutó del camino.
En mi opinión, sin duda, son demasiadas horas y demasiadas cosas. Solo trabajo una tarde a la semana en la que vuelvo a las 19.30. No podría (ya no querría) hacerlo más de 1 día. Me parece imposible tener hijos y salir tan tarde sin perder la salud.
No es vida...
Creo que la solución pasa por tener horarios laborales más reducidos, o más flexibles. Aún así, cuando se pretende que trabajamos como si no tuviéramos familia, y crienos a los niños como si no trabajásemos, tenemos un problema como sociedad. Esto está muy mal montado.Tu carrera profesional te la juegas en el mismo momento que decides tener hijos/criarlos.. y claro…no te da la vida… y sin embargo, cuando tus hijos ya no te necesitan tanto, las empresas tampoco… porque ya eres un vejestorio. ¿Mientras? Cada uno hace lo que puede. La única opción no es trabajar menos, sino trabajar de otra forma. Siempre hay otra forma. Hay gente que demora las respuestas, y no aspira a la perfección profesional o simplemente es más lista, y juega mejor sus cartas…. Y normalmente los hombres, lo hacen. Van directos a su objetivo y no se plantean tantas cosas.
Mucho ánimo, que todo pasa… aunque cada uno tiene que decidir donde pone sus límites.
Hola! Acabas de contarme mi vida pero nunca pensé que fuese yo muy original. De quién es la obra de las hueveras y las piedras? Me pareció una maravilla
No se me ocurriría enseñar a nadie cada uno tenemos nuestros tiempos horarios familias pero no me da la vida ! Odio esa frase. Una vez oí otra frase que aplico : gestionar mis prioridades y no me da la vida muchas veces es “ no me apetece “ Así q ojalá las gestiónenos de una forma en el que seamos prioridad ! Nos sentiremos mejor , siempre veré mejor cambiar la cita del dentista 4 veces pero ir a mi clase de ballet. Un abrazo , ( y decir NO tb ayuda )
Pues va ser una constante universal. Trabajo cerca de París, y vivo a 6km del curro, osea que en 15 -20 min estoy allí. Llego a las 8h45 y me voy a eso de las 18h, cuando me voy pronto...pero en realidad es raro que me vaya antes de las 18h30. Hace 8 años fui madre y desde entonces mi madre no para con el "tendríais que mudaros a una casita, más grande que vuestro minipiso" (70m2) pero claro, para mudarme a una casa de por lo menos 90m2 y no tener que vender un riñón, tengo que irme a unos 30km del curro, que eso se comvierte en 1h20 de trayecto, ....cuando todo va bien. Osea 2h40, pero claro saliendo de casa a la misma hora pq al peque hay q llevarlo a la misma hora al cole, osea que ya me veo saliendo del curro a las 20h o currando en casa al llegar... ni loca!!! Mis días son largos, pero por lo menos, saco tiempo los miércoles para ir a Yoga a las 19h45, y los jueves zumba a las 18h45. Esos dos días llego a casa a las 21h30 y 20h30 respectivamente, pero por lo menos me he dedicado tiempo para.mi. no estoy dispuesta a quitarme ese tiempo, para tener un par de dormitorios más en mi casa, no merece la pena!!!
Querida Amaya, has dado en el clavo. Pero qué alivio sentir que no estamos solas. Algo hemos hecho mal.... estudié Publicidad y Relaciones Públicas, por cierto, somos compañeras de Promoción, todo un lujo haber podido estudiar en Pamplona. Después de unos años en Londres, toda la vida dedicada al marketing y a las multinacionales...fui madre muy tarde, casi con 40, y ahora me encuentro haciendo malabares para conciliar mi vida personal y profesional. Esta semana he rechazado una oferta de trabajo con un sueldo buenísimo donde tenía que dedicar dos horas al traslado (actualmente le dedico 20 minutos máximo). Pero de dónde iba a sacar dos horas diarias??? Después de una semana intensa, reflexionando pros y cons, decidí rechazar el trabajo. No pienso dedicar 2 horas al día a estar en un coche con ataque de ansiedad porque no llego a tiempo para estar aquí o allá. No fueron únicamente las dos horas, en el fondo no encajaba en ese proyecto porque mi único problema era tener un hijo, así lo manifestó la persona que me contrataba a una tercera persona. No es para mí, me dije. Y me sentí aliviada. Tenemos que saber decir no y priorizar en esta vida. Lo tengo clarísimo. Es cuestión de elegir y suerte que tenemos algunas personas de poder hacerlo. Un beso enorme.
Amaya hay que priorizar. El trabajo es importante pero la vida lo es más y cuando te quieres dar cuenta se te ha ido y te preguntas : como puede ser?
Guarda el tiempo para tus cosas sobre todo para tu familia ese tiempo es tuyo y nada ni nadie puede quitártelo, PRIORIZA
Se puede conseguir
Me quede viuda con 24 años, sola y un bebé de 18 meses. Me perdí muchas cosas de mi hijo por el trabajo y no tuve tiempo para mi. No me puedo quejar económicamente de cómo resolví mi situación pero si me doy cuenta que me perdí cosas muy importantes que ya no puedo arreglar que no las viviré.
Al final priorizas en mi caso un poco tarde pero ahora doy prioridad a mi hijo, mis hermanos, a mi
Es un placer leerte
Un abrazo. Lupe
Amaya, este texto me representa, y no me siento nada orgullosa. Mi horario es de 8 a 5 con una hora de ida y otra de vuelta para llegar al trabajo… y a pesar de sacar 4/5 horas semanales para ir a correr o hacer crossfit lo practico a partir de las 20 hrs, cuando la peque duerme y su padre esta en casa.. cuándo el padre no está pues salgo a correr mientras ella está en alguna extraescolar y aprovecho los findes.
El horario es una mierd* , pero es un tema de salud mental, y aún y así estoy de baja por ansiedad a causa de maltrato laboral…
Tienes que intentar sacar 2 horas a la semana, por tu salud física y mental.
Este ritmo de vida que llevamos es un asco, y solo podemos reconducirlo nosotros.
Ánimo😘