Como os escribo desde Pamplona, os felicito los San Fermines.
Las historias de la gente venida de fuera son mucha y ellos suelen ser muy emocionantes.
Yo trabajo en el mostrador de atención al contribuyente de la hacienda foral de Navarra y gracias a que me arreglo en francés e inglés hablo mucho con gente venida de África y suelen ser muy sorprendentes.
También con los venidos del este, siempre les pregunto algo. Cuando comenzó la invasión de ucrania sólida preguntarles por la familia a todos los recién llegados.
Y luego están también los de aquí, sobre todo las viudas recientes. Suelen venir con sus hijas y siempre les pregunto qué tal están.
Colecciono un montón de recuerdos de gente que me cuenta sus penas y que a veces me mueven casi hasta llorar. Podría no hacerlo, pero entonces toda esta gente serían números y yo un robot.
Quiero decir, que hagáis como Amaya sin miedo, preguntadles qué tal están, de dónde vienen y si tienen familia. Os lo contarán, se sentirán mejor y vosotras también.
Me has tocado el corazón mucho con esta carta, Amaya. Especialmente con la segunda historia. La vida y sus vericuetos, a veces se viene un plot twist que no esperabas… Qué cosas.
Me gusta como Leila Guerriero cuenta la historia porque no ensalza, ni elogia. No juzga. Los lectores, sorprendidos, reflexionamos pero tampoco juzgamos. Novela formidable, no paro de recomendarla. La cogí, al azar, de la biblioteca.
Me he conmovido con tus tres historias y solidarizo con tu taxista surfero. Entre algunas de las razones que me hicieron cambiar de vida y venirme a Gran Canria también están las suyas, no me he arrepentido ni un segundo. En cuanto a Leila, me encanta tu reflexión sobre el sufrimiento y sus víctimas, que pueden serlo doblemente cuando su corazón se vuelve árido. Muchas gracias Amaya, siempre un placer leerte.
Me ha encantado esta carta Amaya. Sencilla, directa, y muy muy conmovedora. Preciosa y cruda como la vida misma. ❤️
Justo hoy escuché un podcast sobre la ESMA, tremendo sitio. Lo puedes escuchar en RTVE a la carta, programa Espacio en blanco. Un saludo!
Madre mía, qué historias tan tristes. El ser humano es extraordinario, capaz de sobrevivir en circunstancias tan trágicas. Aterrador.
Qué historias tan conmovedoras. Gracias por compartirlas.
Hola, familia.
Como os escribo desde Pamplona, os felicito los San Fermines.
Las historias de la gente venida de fuera son mucha y ellos suelen ser muy emocionantes.
Yo trabajo en el mostrador de atención al contribuyente de la hacienda foral de Navarra y gracias a que me arreglo en francés e inglés hablo mucho con gente venida de África y suelen ser muy sorprendentes.
También con los venidos del este, siempre les pregunto algo. Cuando comenzó la invasión de ucrania sólida preguntarles por la familia a todos los recién llegados.
Y luego están también los de aquí, sobre todo las viudas recientes. Suelen venir con sus hijas y siempre les pregunto qué tal están.
Colecciono un montón de recuerdos de gente que me cuenta sus penas y que a veces me mueven casi hasta llorar. Podría no hacerlo, pero entonces toda esta gente serían números y yo un robot.
Quiero decir, que hagáis como Amaya sin miedo, preguntadles qué tal están, de dónde vienen y si tienen familia. Os lo contarán, se sentirán mejor y vosotras también.
Me has tocado el corazón mucho con esta carta, Amaya. Especialmente con la segunda historia. La vida y sus vericuetos, a veces se viene un plot twist que no esperabas… Qué cosas.
Acabo justo de terminar 'La llamada". Me ha encantado, a pesar de la dureza, a pesar de todo lo que se cuenta.
Hermosa historia la de los niños, hay mucho que aprenderles. Gracias ♥️
Me gusta como Leila Guerriero cuenta la historia porque no ensalza, ni elogia. No juzga. Los lectores, sorprendidos, reflexionamos pero tampoco juzgamos. Novela formidable, no paro de recomendarla. La cogí, al azar, de la biblioteca.
Me he conmovido con tus tres historias y solidarizo con tu taxista surfero. Entre algunas de las razones que me hicieron cambiar de vida y venirme a Gran Canria también están las suyas, no me he arrepentido ni un segundo. En cuanto a Leila, me encanta tu reflexión sobre el sufrimiento y sus víctimas, que pueden serlo doblemente cuando su corazón se vuelve árido. Muchas gracias Amaya, siempre un placer leerte.